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El sesgo de la normalidad: Subestimando lo extraordinario

February 14, 2024

En la vida cotidiana, tendemos a subestimar la posibilidad de sucesos extraordinarios, debido al sesgo de la normalidad. Este artículo explora cómo este sesgo afecta nuestra percepción del mundo, nuestras decisiones y cómo podemos contrarrestarlo. A través de ejemplos reales e hipotéticos, historias personales y estudios, te invito a descubrir el impacto de este sesgo en nuestra vida y cómo podemos empezar a incorporar una mentalidad más abierta hacia lo inesperado.

Alguna vez, ¿te has sorprendido totalmente ante un evento que, retrospectivamente, parecía bastante posible, incluso probable? Tal vez fue un acontecimiento mundial que cambió el curso de la historia, como una pandemia, o algo a pequeña escala, como un desastre natural afectando tu vecindario. Intuitivamente, podemos culpar a la mala suerte o al azar, pero a menudo, lo que nos ciega es el sesgo de la normalidad.

El sesgo de la normalidad es una tendencia cognitiva que nos lleva a subestimar la probabilidad de que ocurran eventos extraordinarios o atípicos, especialmente si dichos eventos rompen con lo que consideramos "normal" en nuestra vida cotidiana. Este sesgo nos hace creer que porque algo no ha sucedido hasta ahora, o porque no hemos experimentado algo fuera de lo común recientemente, es menos probable que suceda en el futuro.

¿Por qué caemos en este sesgo?

La raíz de este sesgo es, en parte, un mecanismo de defensa. Imaginate lo paralizante que sería si constantemente consideráramos todas las posibles catástrofes o eventos inesperados que podrían sucedernos. Vivir con ese nivel de ansiedad sería insoportable. Por lo tanto, nuestro cerebro filtra y prioriza la información basándose en nuestra experiencia pasada, enfocándose en lo que es común o 'normal'.

Ejemplos en la vida cotidiana

  • Desastres naturales: Las personas que viven en zonas propensas a terremotos, tsunamis o huracanes, pero que no han experimentado uno recientemente, pueden subestimar su probabilidad y evitar tomar medidas preventivas.
  • Innovaciones disruptivas: En el ámbito empresarial, el sesgo de la normalidad puede hacer que las compañías se resistan al cambio o subestimen el impacto de nuevas tecnologías, lo que puede llevarlas a la obsolescencia.
  • Pandemias: Antes del COVID-19, la idea de una pandemia global que paralizara el mundo parecía, para muchos, una trama de película más que una posibilidad real.

Contrarrestando el sesgo de la normalidad

Aunque es imposible eliminar completamente este sesgo, sí podemos tomar medidas para mitigarlo y tomar decisiones más informadas.

  • Exposición a diferentes puntos de vista: Busca activamente información y perspectivas que desafíen tus suposiciones sobre lo que es probable o posible.
  • Análisis de escenarios: Dedica tiempo a considerar una gama de posibles futuros, por improbables que parezcan. Esto no solo puede ayudarte a estar mejor preparado para eventos inesperados, sino que también puede abrirte a nuevas oportunidades.
  • Recuerda y aprende: Cuando sucedan eventos inesperados, reflexiona sobre ellos. ¿Había signos que subestimaste? ¿Cómo puedes ajustar tu percepción para el futuro?

Historias que ilustran el sesgo de la normalidad

Imaginate a alguien que vive en una ciudad que no ha tenido un gran terremoto en más de 100 años. La geología indica que un terremoto es posible, pero como no ha sucedido en tiempos recientes, la mayoría de las personas, incluido nuestro personaje, subestiman la posibilidad y por tanto, no están preparados cuando finalmente ocurre el terremoto.

Otro ejemplo histórico es el hundimiento del Titanic. Considerado "insumergible", tanto los pasajeros como la tripulación estaban convencidos de su seguridad, lo que llevó a ignorar las advertencias de icebergs y a no tener suficientes botes salvavidas a bordo.

Conclusión: Abrazar la incertidumbre

Enfrentar el sesgo de la normalidad no es sólo sobre prepararse para catástrofes; es sobre abrir nuestra mente a la amplia gama de posibilidades que la vida ofrece. Al reconocer y ajustar este sesgo, podemos tomar mejores decisiones, ser más resilientes ante los cambios, y quizás lo más importante, maravillarnos ante lo inesperado y extraordinario que continúa moldeando nuestra existencia.

Te dejo con una pregunta para reflexionar: ¿Qué evento extraordinario has subestimado en el pasado y cómo cambió tu percepción después de que ocurriera?

Espero que este artículo te haya brindado insights valiosos y te Anime a cuestionar y expandir tu percepción de lo que consideras 'normal'. ¡Nos leemos en el próximo post!

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